Mi costumbre de asistir a primeros de junio a este festival del aire, es muy bonito el entorno y ver de cerca cómo estos apasionados del aire hacen piruetas saltando desde el castillo.
Se toman bonitas fotos, pasando una tarde entretenida mirando al cielo, merece la pena aunque lo vea cada año, no deja de sorprenderme este espectáculo, ya que es único en el mundo al saltar desde un monumento.
Noto la pasión en sus caras y cómo disfrutan cuando vuelan, algunos se van animando e intentan el "mas difícil todavía" pero controlan bien sus velas y saben aprovechar las corrientes, repito un lujo verlos volar .
Dejo unas imágenes de esta edición, clicando sobre ellas se ven mejor.
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