Me gustaba jugar mis partidas de ajedrez y surgió la idea de hacer mi propio tablero y mis propias piezas ( debía ser en madera de olivo por supuesto).
Totalmente a mano fui tallando las piezas, lógicamente sin apenas herramientas sirviéndome de una navaja, una lima y poco más.
Terminé mi primer ajedrez, y no quedaría ahí la cosa, mientras lo tallaba pensaba un modo más rápido de tallar un segundo juego, me valdría de un taladro para darle giro a los trozos de madera, pronto fue descartada esta idea por ser demasiado ruidoso e ir muy revolucionado, entonces me surge una nueva idea...... me construiría mi propio torno y con el podría hacer las piezas del ajedrez.
Empiezo a construirlo, todo buscado entre la chatarra, empiezo construyendo la bancada, pero me doy cuenta que hay tornos en el mercado bastante baratos y lo más importante lo tendré mucho antes que si lo construyo yo con la garantía de que me servirá para tornear y tener mi juego de ajedrez en olivo y lo más importante torneado por mi mismo.
Mi primer torno era bastante pequeño fui torneando otro juego de ajedrez y también mis primeras piezas, cada vez me gustaba más, cualquier rato lo empleaba en aprender a manejarlo, era algo limitado para piezas grandes le exigí demasiado, poniendo tarugos de olivo muy pesados , entonces decidí tomarme esta afición más en serio e ir equipando mi taller acorde con mis progresos
1 comentario:
Curioso...pero falta algo, no?....tienes fotos de las piezas que torneaste en ese inicio?
Deben de ser interesantes cuanto menos...daría cualquier cosa por saber las decepciones y alegrías que te produjeron aquellas primeras experiencias.
En cualquier caso...bendito el día que te dio ese avenate y comenzaste tu afición.
Como dicen los "guiris"...go ahead!!
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