viernes, 31 de enero de 2014

Atraepájaros

Un  cuento  que  leí  hace  poco...dicen  que  los  cuentos  duermen  a los  pequeños y a la vez   despiertan  a los  mayores,   cómo ya   no   soy  pequeño me  encanta  que  me  despierte un  cuento, lo  comparto   con vosotros junto  con  unas  fotos  que  hice  a  las  primera  nevadas de  2014 y 2015   en  Cazorla  y Las Villas.




ATRAEPÁJAROS

“Los pasajeros bajaron con parsimonia de los vagones, algunos cargados con enormes bultos, y cruzaron el andén hasta salir al sembrado. Allí empezaron a hacer cola delante de lo que parecía un espantapájaros. Sin embargo, a su alrededor volaban bulliciosas docenas de aves grandes y pequeñas.
Ariadna se puso en la cola de aquella insólita procesión, mientras se preguntaba cómo era posible que aquel monigote fuera tan poco eficaz a la hora de asustar las aves.
Todos los pasajeros parecían entusiasmados ante la perspectiva de visitar el espantapájaros, aunque lo cierto era que una vez a su lado se limitaban a mirarlo unos segundos y luego regresaban por donde habían venido.
Cuando le llegó el turno a Ariadna, se quedó pasmada al ver que aquellos palos no soportaban un monigote relleno de paja, sino un hombre de verdad que sonreía bajo su sombrero de ala ancha. A su alrededor, decenas de aves revoloteaban piando escandalosamente.
-¿Qué hace usted ahí? -le preguntó ella- ¿No se da cuenta de que no asusta a los pájaros?
-Es que no quiero asustarlos. Soy un atraepájaros.
-¿Atraepájaros? No sabía que existiera algo así.
-Que no sepas algo no significa que no exista -explico él-. Además, ¿no te has fijado en el nombre de la estación?
-Sí: Espantamiedos.
-Pues ahora ya sabes por qué estoy aquí.
-¿Para espantar el miedo de los pájaros? ¡Qué tontería!
-No sólo de los pájaros, también el de las personas. Fue idea del Maestro Obelisco.
-¿Quién es ese?
-Él me contó el verdadero significado del espantapájaros. Es cierto que al principio asusta a las aves, porque se asemeja a un labrador que puede intentar matarlas para que no se coman las semillas. Sin embargo, cuando vencen el temor llega la oportunidad, ya que el espantapájaros señala justamente el lugar donde pueden encontrar alimento. ¿No es fabuloso? Bajo nuestros miedos se encuentra el tesoro que andamos buscando.
-Es una manera muy original de verlo.
-Así habló el Maestro Obelisco: el miedo es el medio.
-¿Por qué el medio?
-Es el medio de encontrar lo que necesitas. Pero primero deberás abrir la puerta del miedo: ella te llevará a lo que más secretamente anhelas.
-Entonces el miedo es una oportunidad.
-Sí, porque te permite conocer lo que estás buscando. Te pondré un ejemplo muy claro: el miedo a la muerte. Las personas a las que les aterra la idea de morir en realidad tienen un gran anhelo de vida, pero no se atreven a vivirla según les dicta su corazón. Por eso temen morir: porque les causa amargura abandonar este mundo sin haber cumplido con su misión.
-¿Y si no saben cuál es su misión? ¡No es tan fácil encontrar el sentido de la vida! -protestó enérgicamente Ariadna-. ¡Llevo cuatro días aquí y ni siquiera he logrado hallar el centro del laberinto!
-El miedo es el medio -repitió el atraepájaros como toda respuesta-. Déjate instruir por él y encontrarás las semillas.
Dicho esto, se despidió de ella levantando su sombrero de paja.





 




 

 
 




 
 
 

 un saludo


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